martes, 28 de octubre de 2025

El rostro equivocado de Lencina "Ansina"

 

 
Mañana se inaugura en la ciudad de Las Piedras, en Uruguay, un nuevo monumento en homenaje a quien supuestamente acompañó a José Artigas hasta sus últimos días. Estoy molesto: es un verdadero mamarracho el propio bosquejo .Un comentario en redes lo comparaba con Christopher Lambert en el personaje del inmortal Highlander, ¡y sí! Una vez más, el Uruguay, en su construcción de próceres, comete los mismos errores que hace exactamente un siglo, cuando se creó la primera Comisión Ansina.

Como en el presente en aquel entonces se buscaba visibilizar el aporte afro a la construcción de la “uruguayez” y al amor por la patria.

 Tambièn se puede decir que este bosquejo parece más una estatua de Artigas que de “Ansina”.

Entiendo que el estudio del psiquismo propone al cerebro humano en un estado casi mágico —similar al de las creencias—, independiente de los sentidos. Pero ciego no estoy. Presten atención al monumento que se erige: si es asi..con la misma impronta podría decirse que representa al Cacique Andresito, y muchos afirmarían que sí.

Hasta cuando está historia será un gran sofisma?

Soy afrodescendiente; siempre lo creí desde el genotipo, y cuando llegó mi análisis de ADN pude comprobarlo. Pero este no es el tema.
El blanqueamiento lo hemos visto en varios personajes e imágenes de la historia. Pasó con Remedios del Valle (bien por Argentina, que realizó un concurso para seleccionar una imagen acorde y visibilizar a la gran matriarca de la patria). Lo he visto en Paraguay, con la imagen del Sargento Cándido Silva, tanto en revistas —con caricaturas de una persona “blanca” que no lo representa— como en dos bustos (en Humaitá y en Loma Campamento).

Durante la infame y trágica Guerra del 70, cuando se representa el deceso del coronel León Pallejas en camilla, lo que más se conoce es una acuarela donde los soldados que lo transportan no son afrodescendientes, pese a que la fotografía original muestra claramente que sí lo eran.
¿De qué se trata esto? ¿De paradigmas, de mitos, de racismo, de falta de investigación seria o simplemente de figureteo?

Este monumento se viene proyectando desde hace años. He hablado en varias oportunidades con personas vinculadas a la causa del reconocimiento del personaje y siempre me pregunté: ¿cómo lo representarían, si no existe una imagen real de Ansina? Y si tal reconocimiento de apoya en literatura -poemas apocrifos-.

Quienes me conocen saben que desde hace años preparo un material sobre la huella que dejó Artigas y su gente en la región y en cada uno de nosotros. Mi mirada es desde la Patria Grande, por la justicia social y la reparación, no desde un enfoque exclusivamente “uruguayo”. De esta investigación surgen fuentes inéditas, fruto de las posibilidades que nos da esta era digital.
La decisión de escribir un material revisionista parte de documentos que demuestran que gran parte de la historia que conocemos no es tal. Los mitos surgen ante la falta de datos; la historia, como ciencia, se regenera ante la aparición de nuevas fuentes bien sabemos.

A menudo, la pérdida de la conciencia histórica responde a múltiples factores... Recrear el hilo conductor es esencial. No solo la imagen de Artigas fue manipulada; también la de su gente, incluido el propio “Ansina” como vemos en este caso. Por sus traidores o por como dice un colega el peso de la pluma y el papel del momento.

Siempre me pregunto: ¿cuándo habrá un simposio abierto sobre Lencina, para corregir la historia por ejemplo? O mejor aún: ¿qué sucederá cuando publique la documentación que pondrá en jaque la veracidad de Hammerly y, por ende, de Ansina como poeta, (afirmando las hipótesis de Pereda Valdes, Ayestaràn, Veljdic), así de Ledesma como comisario de Guarambaré?

Mañana en ese acto, yo preguntaría: ¿qué saben realmente de Ansina? Y talves ojalá que el propio rostro que le tallaron responda no responda a esta pregunta.. En 2018 lo levantaron de una silla al costado de la Plaza de la Bandera para ponerlo en la plaza de ejército como “Comandante”de las milicias, mientras el Ejército invitaba al evento mostrando al sirviente mateando con su amo https://x.com/EjercitoUy/status/1056713269833072640?s=19  . ( Al igual que ahora con el bosquejo) .En 2011 también trasladaron los supuestos restos de “Ledesma-Ansina” a Las Piedras, afirmando que acompañó a Artigas hasta su último instante y murió en Guarambare https://youtu.be/xgFYVCMPhGA?si=3cfPBdNHrrT18_Mo

La casa "afroruguaya" -nada más y nada menos- también refiere a este bosquejo de fenotipo blanco y no afro además de confundir con la fecha de inauguración del mismo. Martes 29!! https://www.facebook.com/share/p/19iEaePuEc/

En el 2020 el municipio B de montevideo vuelve a confundir el personaje queriendo llevar-trasladar a Ledesma a la rambla Montevideana en inmediaciones de calle Paraguay https://municipiob.montevideo.gub.uy/monumento-ansina

¿Sabían que nadie recordaba al “fiel amigo” de Artigas, hasta por lo menos 1925? En 1885 apareció Ledesma, y recién hacia 1925 se lo identificó con el nombre de Ansina (nombre o apodo inventado por Isidoro de María en 1860).
Los restos se exhumaron con la presencia de otra familia Ledesma de la ciudad que se apropio de la historia gracias al Consùl Uruguayo en esos años y allí permanecieron por 13 años en una sala de la iglesia supuestamente hasta 1938, cuando fueron llevados al Uruguay. En esos años Mario Petillo publicó su libro mal interpretando el trabajo de Felipe Ferreiro; en el 43 se inaugura el busto  y luego enseguida surgieron asociaciones, barrios, conventillos, escuelas, monumentos toques de candombe e imágenes que honraban una persona que no era!.
Hasta hace poco, la página oficial de la intendencia de Mdeo. confundia los personajes, también el sitio de patrimonio 3D de Uruguay mostraba la foto de Ledesma con el nombre de Ansina. Tras insistir, finalmente reconocieron el error y me lo agradecieron. Pero aún hoy, incluso entre la familia y sus allegados, muchos siguen creyendo que se trata de la misma persona.

¿A nadie se le ocurrió revisar la fuente original del nombre “Ansina” y ver que surgió con Isidoro de María? Si fuera así, la foto de Ledesma (tomada en 1885 y que es representado sentado en tres cruces por Blanes en 1943) tendría 125 años en ese 1885!. Uruguay cometió este grandisimo error . No resulta extraño que Ledesma no mencionara que en su poder estaban las poesías de Lencina o Ansina ni mención del compañero Moreno, como tampoco Reguera a alguna anécdota de este y de Artigas ya que supuestamente vivió 10 años con él? Que ni que en el periódico de 1884 cuando aparece Ledesma ni en la devolución de los Trofeos en Yvyray el 6 de Junio del 85 se diga algo.   
Isidoro de María - sobrino de Artigas y cuñado de José María -dice que Ansina nació en 1760 y Artigas en 1764, porque siendo editor de su obra la vida del General ..le da 92 años a Artigas a la hora de su deceso. Entre tantos errores, lo hace cruzar al Paraguay en enero de 1820 o lo pone vagando a Artigas por los arrabales cuando en realidad vino invitado por López después de marzo de 1845.

La Comisión Ansina de esos años publicó cuatro ejemplares anuales con la imagen de Ledesma. En el último, recién se acercaron al cuento de Hammerly para señalar que no eran la misma persona., gran diferencia entre la primera y la ùltima edición.
A pesar de todo, hasta hoy se sigue creyendo lo contrario. Pero el tema de este texto no es solo ese: es la reiteración de errores graves, como el del nuevo monumento, que representa a un “políglota” con el rostro de Christopher Lambert, casi con el mismo vestuario. Hasta me atrevo  decir que es màs fiel representativo a Artigas que a Ansina.

Quizás Hammerly pensó bien al escribir sus poemas, pero no dimensionó que las herramientas actuales de digitalización documental revelarían que ese Ansina no vivió con Ledesma; que la familia que se benefició no lo era realmente; que ni siquiera se sabe si los restos pertenecen a Ledesma.

Bastan un par de certificados del propio párroco Cornelio Contreras para aclarar qué sucedió realmente con “Ansina”.

Mucho de lo que menciono proviene de documentación encontrada en Paraguay, tanto eclesiástica como del Archivo Nacional de Asunciòn A,N.A.
Me parece una falta de respeto —y hasta una manipulación legal y simbólica— el uso indebido de la imagen de este personaje. En toda la historia o en los tomos del archivo Artigas, José Artigas, en 1818, solo se refirió a “Lencina”, quien esperaba a Andresito al otro lado del Uruguay en un par de oportunidades. No existe màs nada.
Consideremos que el Día del Afroentrerriano existe gracias a una familia Lencina, dentro de la cual hubo un Joaquín nacido en 1780.

Luego, las memorias de Ramón Cáceres hacia 1860 mencionan a un Lencina en Purificación. En El Constitucional, publicado por De María bajo el seudónimo El Oriental, se habla de “el amigo que acompaña a Don José compartiendo el pan de cada dìa”.
El mariscal Beaurepaire-Rohan, en 1884, menciona a un viejo asistente paulista. Hector Fco. Decoud cita a un Joaquín y a Encina como 2 personas. El dr Gaspar Rodríguez de Francia, en 1821, habla de dos asistentes. Dupuy, Maeso y Elisa Menéndez también escriben en la misma línea.

Hammerly publica su entrevista a Juan León Benítez (hijo no reconocido de Solano López…) en 1951, (dice haberlo entrevistado en 1928 cuando encontró los supuestos poemas.. pero Menéndez ya la había publicado en 1943 en la Revista de Turismo de Paraguay y luego en su Defensor de la Democracia Americana.
Si sabía que eran dos personas distintas, ¿por qué permitió que se exhumara un cuerpo y se levantaran monumentos erróneos?

Hoy sabemos mucho más sobre quienes acompañaron realmente a Artigas: Donato Pereira, Manuel Silva y otras familias documentadas en Laurelty, de los cuales también encontré sus propios testimonios los cuales di a conocer en el 2023 en un conversatorio en la escuela Artigas del Solar Asunceno. A ellos, mis respetos.
En algún texto se dice que solo a Ansina o que Ansina representa a todos los afro que acompañaron a Artigas!.. pues quiero decirles que no es así. Que de Ansina no se sabe nada prácticamente y que todo forma más parte de mitos entorno a la construcción de su figura que a otra cosa, no existe ni testimonio de alguien que pidiera estar acompañando a su jefe, fue el propio Dr. Francia quien determinó quién estaría junto a Don José y separó al ejército que ingreso con este y con certeza por prevención.

Como dije, me da un poco de bronca, me siento indignado, pero sobre todo vergüenza, de que el monumento inaugurado sea una barbaridad, un disparate un absurdo.
Me resulta extraño creer que es nacido en otro planeta el escultor Saravia, pero confío en que sorprendera con su obra ya que es un artista bastante reconocido. Seria absurdo, una falta de respeto hacia la figura histórica, hacia la memoria africana y afrodescendiente.

 De esta manera han publicado y promocionado la obra, con imágenes que no corresponden de ninguna manera promocionar: 

Fuente https://elmegafono.uy/inauguran-monumento-a-ansina-en-las-piedras/

Otra fuente de promoción de inauguración con la fecha errada( martes 29) https://www.facebook.com/share/p/1CMUy31hNX/

Lo que si es cierto y nadie me quita que se llegó a este reconocimiento, sostenido o gracias a los poemas apócrifos de este personaje al cual decidieron aceptar con el apodo de Ansina. 





Al parecer está sería la imagen del monumento en cuestión, se promociono la jornada con un bosquejo. no debería haberse  realizado ni la casa afroruguaya con su comisión ni los medios 



viernes, 10 de octubre de 2025

HACE 214 AÑOS LOS ORIENTALES ELIGIERON SU JEFE

 


10 de octubre: el día que los orientales ejercieron por primera vez su soberanía, y eligieron ser libres.

Hoy, 10 de octubre, conmemoramos una fecha que merece ocupar un lugar destacado en el calendario nacional. En 1811, en la histórica “Quinta de la Paraguaya”, los orientales —traicionados por los pactos entre Buenos Aires y la corona española— se reunieron en asamblea y tomaron una decisión trascendental: elegir a José Artigas como su jefe. Abandonados a su suerte, decidieron no rendirse ante el poder colonial ni someterse a acuerdos que ignoraban su voluntad. 

No fue una elección impulsada por ambiciones personales, sino por la voluntad soberana de un pueblo que se sabía libre y estaba dispuesto a defender sus derechos. “Yo no por mí, por ellos soy constituido jefe suyo”, diría Artigas, sintetizando el espíritu de aquella jornada.

Ese acto fundacional inició un proceso político y social guiado por un ideario republicano, igualitario e inclusivo, en abierta oposición a los modelos elitistas y monárquicos que predominaban en la región. La elección del 10 de octubre fue un gesto de dignidad y coraje que trascendió fronteras, resonando en América y Europa.

Sin embargo, la fecha sigue sin ser reconocida oficialmente por ley.

¿Por qué ese silencio?

Tal vez por ignorancia, tal vez por desidia. O quizás porque el hermoso proyecto artiguista —con su timón soberano, motor propio y finalidad social— incomoda a intereses poderosos, tanto externos como internos.

También, sin duda, porque en materia de ideas vivimos un cambio de época desde fines del siglo XX. 

Hasta los años 80, la modernidad nos ofrecía su aliento racional y optimista, una defensa de la igualdad y un horizonte de justicia. Pero desde los años 90, se impuso la llamada posmodernidad, marcada por el escepticismo, la fragmentación de los grandes relatos y el desencanto. 

En esta nueva era, toda verdad se relativiza, se exalta la diferencia y se prioriza el interés individual. La política se convierte en espectáculo, donde lo escandaloso y efímero ocupan el centro, mientras lo esencial se oculta. Las utopías naufragan, y luchar por ideales parece cosa de ingenuos. El marketing reemplaza a la militancia, y la imagen sustituye al pensamiento.

Hoy, lo prudente y “políticamente correcto” parece ser ignorar a Artigas. En su lugar, se nos invita a conformarnos con gestionar y administrar.

Pero nosotros seguimos recordando y valorando aquella elección fundacional del 10 de octubre de 1811. Porque en ella, los orientales, con dignidad y coraje, patearon el tablero del viejo régimen y se atrevieron a imaginar y construir uno nuevo.

Hoy, más que nunca, necesitamos regenerar aquel espíritu. Es parte de la batalla cultural.

La pobreza infantil, la salud mental, la drogadicción: son todos problemas multicausales, sí, pero están profundamente ligados a la carencia de conciencia social, y a la falta de sentido y propósito colectivo que siembra la posmodernidad. 

Por eso, recordar, educar y conmemorar aquellos hechos y aquella causa justa no es un acto nostálgico, sino una necesidad urgente.

Que nada ni nadie nos borre la memoria. Que el legado de Artigas siga vivo en cada acto de justicia, en cada gesto de libertad.

Que viva la esperanza ilustrada, los proyectos colectivos y la ética de lo público.

¡Que viva el Ideario artiguista y la soberana asamblea del 10 de octubre!