Cada 30 de noviembre, Misiones despierta con el nombre de Andrés Guacurarí y Artigas latiendo en la tierra colorada.
Sofisma: Se presenta con una estructura que parece lógica, válida y correcta, pero no lo es, ya que las premisas o la conclusión son incorrectas, es decir, logrando convencer a quien no lo analiza cuidadosamente.
Los documentos mencionados en el siguiente video se encuetran en el A.N.A., Archivo Nacional de Asunciòn, secciòn Nueva Encuadernación vol. caja 3322, 1854-1862 pag 57 CENSO y en la pàgina 103 la lista de personas expulsadas de la ciudad en 1858.
Por los materiales: Censo de Guarambarè de 1870, el periodico La Democracia del 4 de Noviembre de 1884, o la lista de la Compañia de Pardos libres de la Plaza de Montevideo del año 1802 y 1803 pueden solicitarme por mensaje que les envìo sin inconveniente.
Canal Pueblos Libres 16/11/2025
Marquemos un Norte. Charrúa. Programa del 06-11-25
Sera que la forma de enmendar el error fue crear esta poesîa?
Naide es màs que naide y con Libertad Ni Ofendo Ni Temo!
Como en el presente en aquel entonces se buscaba visibilizar el aporte afro a la construcción de la “uruguayez” y al amor por la patria.
Tambièn se puede decir que este bosquejo parece más una estatua de Artigas que de “Ansina”.
Entiendo que el estudio del psiquismo propone al cerebro humano en un estado casi mágico —similar al de las creencias—, independiente de los sentidos. Pero ciego no estoy. Presten atención al monumento que se erige: si es asi..con la misma impronta podría decirse que representa al Cacique Andresito, y muchos afirmarían que sí.
Hasta cuando está historia será un gran sofisma?
Soy afrodescendiente; siempre lo creí desde el
genotipo, y cuando llegó mi análisis de ADN pude comprobarlo. Pero este no es
el tema.
El blanqueamiento lo hemos visto en varios personajes e imágenes de la
historia. Pasó con Remedios del Valle (bien por Argentina, que realizó un
concurso para seleccionar una imagen acorde y visibilizar a la gran matriarca
de la patria). Lo he visto en Paraguay, con la imagen del Sargento Cándido
Silva, tanto en revistas —con caricaturas de una persona “blanca” que no lo
representa— como en dos bustos (en Humaitá y en Loma Campamento).
Durante la infame y trágica Guerra del 70,
cuando se representa el deceso del coronel León Pallejas en camilla, lo que más
se conoce es una acuarela donde los soldados que lo transportan no son
afrodescendientes, pese a que la fotografía original muestra claramente que sí
lo eran.
¿De qué se trata esto? ¿De paradigmas, de mitos, de racismo, de falta de
investigación seria o simplemente de figureteo?
Este monumento se viene proyectando desde hace años. He hablado en varias oportunidades con personas vinculadas a la causa del reconocimiento del personaje y siempre me pregunté: ¿cómo lo representarían, si no existe una imagen real de Ansina? Y si tal reconocimiento de apoya en literatura -poemas apocrifos-.
Quienes me conocen saben que desde hace años
preparo un material sobre la huella que dejó Artigas y su gente en la región y
en cada uno de nosotros. Mi mirada es desde la Patria Grande, por la justicia social y la reparación, no
desde un enfoque exclusivamente “uruguayo”. De esta investigación surgen
fuentes inéditas, fruto de las posibilidades que nos da esta era digital.
La decisión de escribir un material revisionista parte de documentos que
demuestran que gran parte de la historia que conocemos no es tal. Los mitos
surgen ante la falta de datos; la historia, como ciencia, se regenera ante la
aparición de nuevas fuentes bien sabemos.
A menudo, la pérdida de la conciencia histórica responde a múltiples factores... Recrear el hilo conductor es esencial. No solo la imagen de Artigas fue manipulada; también la de su gente, incluido el propio “Ansina” como vemos en este caso. Por sus traidores o por como dice un colega el peso de la pluma y el papel del momento.
Siempre me pregunto: ¿cuándo habrá un simposio abierto sobre Lencina, para corregir la historia por ejemplo? O mejor aún: ¿qué sucederá cuando publique la documentación que pondrá en jaque la veracidad de Hammerly y, por ende, de Ansina como poeta, (afirmando las hipótesis de Pereda Valdes, Ayestaràn, Veljdic), así de Ledesma como comisario de Guarambaré?
Mañana en ese acto, yo preguntaría: ¿qué saben realmente de Ansina? Y talves ojalá que el propio rostro que le tallaron responda no responda a esta pregunta.. En 2018 lo levantaron de una silla al costado de la Plaza de la Bandera para ponerlo en la plaza de ejército como “Comandante”de las milicias, mientras el Ejército invitaba al evento mostrando al sirviente mateando con su amo https://x.com/EjercitoUy/status/1056713269833072640?s=19 . ( Al igual que ahora con el bosquejo) .En 2011 también trasladaron los supuestos restos de “Ledesma-Ansina” a Las Piedras, afirmando que acompañó a Artigas hasta su último instante y murió en Guarambare https://youtu.be/xgFYVCMPhGA?si=3cfPBdNHrrT18_Mo
La casa "afroruguaya" -nada más y nada menos- también refiere a este bosquejo de fenotipo blanco y no afro además de confundir con la fecha de inauguración del mismo. Martes 29!! https://www.facebook.com/share/p/19iEaePuEc/
En el 2020 el municipio B de montevideo vuelve a confundir el personaje queriendo llevar-trasladar a Ledesma a la rambla Montevideana en inmediaciones de calle Paraguay https://municipiob.montevideo.gub.uy/monumento-ansina
¿Sabían que nadie recordaba al “fiel amigo” de
Artigas, hasta por lo menos 1925? En 1885 apareció Ledesma, y recién hacia 1925
se lo identificó con el nombre de Ansina (nombre o apodo inventado por Isidoro de María
en 1860).
Los restos se exhumaron con la presencia de otra familia Ledesma de la ciudad
que se apropio de la historia gracias al Consùl Uruguayo en esos años y allí permanecieron
por 13 años en una sala de la iglesia supuestamente hasta 1938, cuando fueron
llevados al Uruguay. En esos años Mario Petillo publicó su libro mal
interpretando el trabajo de Felipe Ferreiro; en el 43 se inaugura el busto y luego enseguida surgieron asociaciones,
barrios, conventillos, escuelas, monumentos toques de candombe e imágenes que honraban una persona que no era!.
Hasta hace poco, la página oficial de la intendencia de Mdeo. confundia los
personajes, también el sitio de patrimonio 3D de Uruguay mostraba la foto de
Ledesma con el nombre de Ansina. Tras insistir, finalmente reconocieron el
error y me lo agradecieron. Pero aún hoy, incluso entre la familia y sus
allegados, muchos siguen creyendo que se trata de la misma persona.
¿A nadie se le ocurrió revisar la fuente
original del nombre “Ansina” y ver que surgió con Isidoro de María? Si fuera
así, la foto de Ledesma (tomada en 1885 y que es representado sentado en tres cruces por Blanes en 1943) tendría 125 años en ese 1885!. Uruguay cometió este grandisimo error . No resulta extraño que Ledesma no mencionara que en su poder estaban las poesías de Lencina o Ansina ni mención
del compañero Moreno, como tampoco Reguera a alguna anécdota de este y de Artigas ya que supuestamente vivió 10 años con él? Que ni que en el periódico de 1884 cuando aparece Ledesma ni en la devolución de los
Trofeos en Yvyray el 6 de Junio del 85 se diga algo.
Isidoro de María - sobrino de Artigas y cuñado de José María -dice que Ansina nació en 1760 y Artigas en 1764, porque siendo editor de su obra la vida del General ..le da 92 años a Artigas a la hora de su deceso. Entre tantos
errores, lo hace cruzar al Paraguay en enero de 1820 o lo pone vagando a
Artigas por los arrabales cuando en realidad vino invitado por López después de
marzo de 1845.
La Comisión Ansina de esos años publicó cuatro ejemplares
anuales con la imagen de Ledesma. En el último, recién se acercaron al cuento
de Hammerly para señalar que no eran la misma persona., gran diferencia entre la
primera y la ùltima edición.
A pesar de todo, hasta hoy se sigue creyendo lo contrario. Pero el tema de este
texto no es solo ese: es la reiteración de errores graves, como el del nuevo
monumento, que representa a un “políglota” con el rostro de Christopher
Lambert, casi con el mismo vestuario. Hasta me atrevo decir que es màs fiel representativo a Artigas
que a Ansina.
Bastan un par de certificados del propio párroco Cornelio Contreras para aclarar qué sucedió realmente con “Ansina”.
Mucho de lo que menciono proviene de
documentación encontrada en Paraguay, tanto eclesiástica como del Archivo
Nacional de Asunciòn A,N.A.
Me parece una falta de respeto —y hasta una manipulación legal y simbólica— el
uso indebido de la imagen de este personaje. En toda la historia o en los tomos
del archivo Artigas, José Artigas, en 1818, solo se refirió a “Lencina”, quien esperaba
a Andresito al otro lado del Uruguay en un par de oportunidades. No existe màs
nada.
Consideremos que el Día del Afroentrerriano existe gracias a una familia
Lencina, dentro de la cual hubo un Joaquín nacido en 1780.
Luego, las memorias de Ramón Cáceres hacia
1860 mencionan a un Lencina en Purificación. En El Constitucional, publicado por De María bajo el seudónimo El Oriental, se habla de “el amigo que
acompaña a Don José compartiendo el pan de cada dìa”.
El mariscal Beaurepaire-Rohan, en 1884, menciona a un viejo asistente paulista.
Hector Fco. Decoud cita a un Joaquín y a Encina como 2 personas. El dr Gaspar Rodríguez de Francia,
en 1821, habla de dos asistentes. Dupuy, Maeso y Elisa Menéndez también
escriben en la misma línea.
Hammerly publica su entrevista a Juan León
Benítez (hijo no reconocido de Solano López…) en 1951, (dice haberlo
entrevistado en 1928 cuando encontró los supuestos poemas.. pero Menéndez ya la
había publicado en 1943 en la Revista de Turismo de Paraguay y luego en su Defensor
de la Democracia Americana.
Si sabía que eran dos personas distintas, ¿por qué permitió que se exhumara un
cuerpo y se levantaran monumentos erróneos?
Hoy sabemos mucho más sobre quienes
acompañaron realmente a Artigas: Donato Pereira, Manuel Silva y otras familias
documentadas en Laurelty, de los cuales también encontré sus propios
testimonios los cuales di a conocer en el 2023 en un conversatorio en la
escuela Artigas del Solar Asunceno. A ellos, mis respetos.
En algún texto se dice que solo a Ansina o que Ansina representa a todos los afro que acompañaron a Artigas!.. pues quiero decirles que no es así. Que de Ansina no se sabe nada prácticamente y que todo forma más parte de mitos entorno a la construcción de su figura que a otra cosa, no existe ni testimonio de alguien que pidiera
estar acompañando a su jefe, fue el propio Dr. Francia quien determinó quién
estaría junto a Don José y separó al ejército que ingreso con este y con certeza
por prevención.
Como dije, me da un poco de bronca, me siento indignado, pero sobre todo
vergüenza, de que el monumento inaugurado sea una barbaridad, un disparate un absurdo.
Me resulta extraño creer que es nacido en otro planeta el escultor Saravia, pero confío en que sorprendera con su obra ya que es un artista bastante reconocido. Seria absurdo, una falta
de respeto hacia la figura histórica, hacia la memoria africana y afrodescendiente.
De esta manera han publicado y promocionado la obra, con imágenes que no corresponden de ninguna manera promocionar:
Fuente https://elmegafono.uy/inauguran-monumento-a-ansina-en-las-piedras/
Otra fuente de promoción de inauguración con la fecha errada( martes 29) https://www.facebook.com/share/p/1CMUy31hNX/
Lo que si es cierto y nadie me quita que se llegó a este reconocimiento, sostenido o gracias a los poemas apócrifos de este personaje al cual decidieron aceptar con el apodo de Ansina.
10 de octubre: el día que los orientales ejercieron por primera vez su soberanía, y eligieron ser libres.
Hoy, 10 de octubre, conmemoramos una fecha que merece ocupar un lugar destacado en el calendario nacional. En 1811, en la histórica “Quinta de la Paraguaya”, los orientales —traicionados por los pactos entre Buenos Aires y la corona española— se reunieron en asamblea y tomaron una decisión trascendental: elegir a José Artigas como su jefe. Abandonados a su suerte, decidieron no rendirse ante el poder colonial ni someterse a acuerdos que ignoraban su voluntad.
No fue una elección impulsada por ambiciones personales, sino por la voluntad soberana de un pueblo que se sabía libre y estaba dispuesto a defender sus derechos. “Yo no por mí, por ellos soy constituido jefe suyo”, diría Artigas, sintetizando el espíritu de aquella jornada.
Ese acto fundacional inició un proceso político y social guiado por un ideario republicano, igualitario e inclusivo, en abierta oposición a los modelos elitistas y monárquicos que predominaban en la región. La elección del 10 de octubre fue un gesto de dignidad y coraje que trascendió fronteras, resonando en América y Europa.
Sin embargo, la fecha sigue sin ser reconocida oficialmente por ley.
¿Por qué ese silencio?
Tal vez por ignorancia, tal vez por desidia. O quizás porque el hermoso proyecto artiguista —con su timón soberano, motor propio y finalidad social— incomoda a intereses poderosos, tanto externos como internos.
También, sin duda, porque en materia de ideas vivimos un cambio de época desde fines del siglo XX.
Hasta los años 80, la modernidad nos ofrecía su aliento racional y optimista, una defensa de la igualdad y un horizonte de justicia. Pero desde los años 90, se impuso la llamada posmodernidad, marcada por el escepticismo, la fragmentación de los grandes relatos y el desencanto.
En esta nueva era, toda verdad se relativiza, se exalta la diferencia y se prioriza el interés individual. La política se convierte en espectáculo, donde lo escandaloso y efímero ocupan el centro, mientras lo esencial se oculta. Las utopías naufragan, y luchar por ideales parece cosa de ingenuos. El marketing reemplaza a la militancia, y la imagen sustituye al pensamiento.
Hoy, lo prudente y “políticamente correcto” parece ser ignorar a Artigas. En su lugar, se nos invita a conformarnos con gestionar y administrar.
Pero nosotros seguimos recordando y valorando aquella elección fundacional del 10 de octubre de 1811. Porque en ella, los orientales, con dignidad y coraje, patearon el tablero del viejo régimen y se atrevieron a imaginar y construir uno nuevo.
Hoy, más que nunca, necesitamos regenerar aquel espíritu. Es parte de la batalla cultural.
La pobreza infantil, la salud mental, la drogadicción: son todos problemas multicausales, sí, pero están profundamente ligados a la carencia de conciencia social, y a la falta de sentido y propósito colectivo que siembra la posmodernidad.
Por eso, recordar, educar y conmemorar aquellos hechos y aquella causa justa no es un acto nostálgico, sino una necesidad urgente.
Que nada ni nadie nos borre la memoria. Que el legado de Artigas siga vivo en cada acto de justicia, en cada gesto de libertad.
Que viva la esperanza ilustrada, los proyectos colectivos y la ética de lo público.
¡Que viva el Ideario artiguista y la soberana asamblea del 10 de octubre!
Este 23 de septiembre se conmemoraron los 175 años del fallecimiento de José Gervasio Artigas, quièn sigue despertando respeto y reflexión en Paraguay y en toda la región.
En la Escuela Artigas del Solar de Artigas en Asunción, durante la mañana los niños participaron de un taller artístico junto al artista Diego Shaffer, realizando dibujos inspirados en la vida y el legado del prócer. Por la noche, recibimos la visita del historiador y periodista argentino Pablo Camogli, quien compartió su mirada sobre la trascendencia de Artigas en la historia rioplatense-regional y nos hablo acerca de la Figura de Andresito Guasurari, unico cacique y gobernador originario en la region, asi tambien como fue el proceso de gestar la ley que impulsaron desde hace 5 años en la cual de declaro a nivel provincial el mes de Septiembre como mes de Artigas en todo Misiones y que actividades realizan para sostener la misma.
También expuse un tema pendiente desde hace muchos años: la verdadera ubicación de la casa donde vivió Artigas en Asunción. Ese lugar, que debería volver a señalarse con un busto o un homenaje, forma parte de nuestra memoria colectiva y requiere de un reconocimiento oficial.
La figura de Artigas despierta una extraña fascinación: se encuentra en los libros, en las aulas y en nuestra toponimia, pero todavía hay silencios y vacíos históricos sobre su paso por Paraguay. Como tambien entandamos que una historia ùnica es peligrosa. Recordar a Artigas es también recordar que un pueblo sin conciencia histórica corre el riesgo de perder su identidad y su fuerza para defender lo propio.
Hoy, más que nunca, Artigas nos interpela a seguir construyendo memoria y a honrarlo no solo en la palabra, sino en los hechos y en el rescate de los lugares que marcaron su exilio.
Solo agradecer al artista afrouruguayo Ignacio Nacho Silva (resonancia cimarron) por compartir su mùsica siendo justamente el dia de la cultura afroparaguaya en homenaje a Artigas y sus lanceros, a la escuela Solar de Artigas por la sintonia, a todo su equipo docente que apoyo y ayudo en la jornada, a la estimada amiga la sra Directora Maria Jose Volpe, a la Embajada del Uruguay, , a los integrantes de la aso, 3 Millones Py, a las personas presentes, quienes pudieron y los que por distintas razones no pudieron venir y me escribieron, a la prensa y principalmente a mi familia! ahora si.. etc etc etc
No quiero olvidarme del sr Walter Belvisi de la heroica Paysandu desde su radio Felicidad con la cual estuvimos realizando varias jornadas al aire, al conductor Victor Hugo y a Gaston y oyentes, Gracias.
Que viva la Patria Grande!
Audio disertación Pablo Camogli escuchar Aqui
Leer en Caras & Caretas: Homenajean a Artigas en Paraguay a 175 años de su muerte
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Al llegar una nueva conmemoración del fallecimiento de Artigas, ademas de recordar su gesta e ideario es un buen momento
para poner en práctica una nueva revisión de los hechos en
esa jornada del domingo 22 de septiembre de 1850, a 175 años.
"LA MUERTE DE ARTIGAS ",
por Elisa A. Menendèz
(Primera mujer en escribir sobre Artigas. Por 17 años fue Directora de la Escuela Artigas en el solar de Asunción del Paraguay, y paralelo a ello desarrolló una tarea como investigadora histórica, escribiendo obras como “Antes de 1810”, y “Artigas defensor de la Democracia Americana”, de esta última obra compartimos el texto referido a la muerte del General.)
- Tanto
se ha escrito sobre este hecho, que algunos autores han llegado a
novelarlo rodeándolo de detalles dramáticos. Unos ven al anciano yacente
dejar el lecho y arrodillarse a recibir el Viático; otros lo describen
pidiendo su caballo porque quiere morir montado, o viendo cómo el
humilde vecindario se arrodilla al paso del fúnebre cortejo.
Lejos de
nosotros la idea de desautorizar tales suposiciones. Después de leer lo
que se ha escrito al respecto, compulsándolo con los documentos
fehacientes que han quedado, llegamos a la conclusión que el deceso se
produjo en forma normal, casi repentinamente. El sepelio se realizó en
la intimidad de pocas personas; las cuales, creemos, ignoraban que ese
viejecito humilde que entregaban a la tierra, era el adalid de la causa
republicana. Naturalmente debemos descartar de esa ignorancia a algunas
personalidades que habitaban en su vecindad, como López y sus
familiares, el ministro del Brasil Pimienta Bueno y algunas otras
personas superiores al medio ambiente.
Para el sencillo vecindario,
don José Artigas no era más que un “caraí extranjero”, que no ha mucho
había venido a morar entre ellos. Nada más sabían de su vida.
Si bien
el gobierno de don Carlos Antonio López era más humano y progresista
que el de su antecesor, no lo era mucho en cuanto a libertad de
pensamiento. En su dictadura de dieciocho años sólo hubo en el país un
periódico, órgano oficial del gobierno, bajo su inmediata censura. En el
momento que nos ocupa —1850— existía “El Paraguayo Independiente”, que
fué más tarde substituido por “El Semanario Ilustrado”, que aparecía los
sábados, y, como el anterior, con mordaza. Con tan limitados medios de
información muy poco podía ilustrarse el pueblo, que seguía viviendo en
el mismo aislamiento espiritual respecto a los acontecimientos sucedidos
más allá del horizonte aldeano. No nos extrañe, que vieran en don José
sólo al anciano que los saludaba sonriente, cuando pasaba en su “Morito“
camino de la iglesia o a visitar algún vecino.
Un día no lo vieron
pasar. Al siguiente tampoco... Don José estaba enfermo. A la mañana
temprano los vecinos madrugadores comentaron que había fallecido,
recibiéndose la noticia con la mayor naturalidad. Cuando se han cumplido
86 años, la muerte ya no sorprende ni al mismo a quien viene a buscar.
Concurrieron los vecinos más cercanos. Como el difunto no tenía deudos
ni dinero para costear el sepelio, aquella buena gente lugareña, a pesar
de sus limitados recursos, contribuyeron en la medida de sus fuerzas
para comprar un pobre cajón donde depositar el cadáver. Pasaron la noche
alternando las horas con rezos y oraciones, piadosa costumbre que aún
subsiste. A la mañana siguiente lo pusieron en una pequeña carreta
tirada por mansa yunta —medio de transporte usado hasta hoy en la
campaña— que marchó dando tumbos entre baches y zanjas hasta el
cementerio de la Recoleta distante poco más de una legua. Allí los
vecinos que se habían impuesto esta caritativa misión, buscaron al cura
de la parroquia P. Cornelio Contreras para que los acompañara a darle
cristiana sepultura. Y como tampoco tenían dinero para comprarle un
sepulcro, lo llevaron al campo santo y lo entregaron a la madre tierra.
Madre,
al fin, no le cobró derechos de sepultura. Allí quedó descansando,
ignorado hasta por los mismos que lo acompañaban, el hombre que encarnó
el sentido político-social de la revolución americana, que con más
sacrificios luchó porque la libertad y la justicia reinaran sobre estos
pueblos. ,
El Padre Contreras volvió a la iglesia, y con la
indiferencia del que realiza todos los dias el mismo trabajo, escribió
en el libro correspondiente la partida de defunción, que es una síntesis
de lo que hemos venido describiendo. En el margen de la página apuntó:
“José de Artiga - Extranjero”.
Y a continuación: “En esta parroquia
de la Recoleta de la Capital, a 23 de setiembre de 1850, yo, el cura
interino de ella enterré en sepultura ordinaria el cadáver de un adulto
llamado José de Artiga, extranjero, de esta feligresía.
Doy fe. — Cornelio Contreras”.
Los
humildes vecinos que lo llevaron, volvieron a sus casas, con la
tranquilidad del que ha cumplido un deber humanitario. Habían dejado
descansando en la paz de la tierra a un hombre bueno, a un extranjero
sin familia, venido quién sabe de dónde! No sabían que habían enterrado
al que no podía considerarse extranjero en ningún rincón de América,
porque había luchado tanto por el futuro feliz de esta patria grande,
que hoy hermana en una gran familia a los hombres que en ella nacieron y
a los que vienen a ella, cumpliendo así uno de sus altos postulados.
Volvió
con ellos al rancho solitario, cabizbajo, el negro Ansina, soldado,
asistente, criado, amigo y deudo. Todo. Digno representante de la patria
oriental ^en aquel momento supremo, rindiendo con su dolor sincero el
homenaje de las únicas lágrimas que humedecieron la fosa del desterrado
anónimo!
Allí quedó, en la soledad del campo santo, una tumba más,
apenas señalada por una tosca cruz de madera, un poco de tierra
removida...
Allí quedaba lo físico, lo humano, lo terrenal; lo que es
capaz de destruirse. Su obra inmensa, sus grandes ideales
americanistas, su ejemplo de desinterés y justicia diluido en las
partículas inmortales de su espíritu, seguirán viviendo mientras haya
corazones orientales y almas americanas capaces de comprender la
grandeza del varón esclarecido, que llegó al martirio en aras de
postuladós redentores.
A los pocos días de acaecido el deceso, “El
Paraguayo Independiente”, con fecha 28 de setiembre, le dedicó el
siguiente artículo necrológico, cuyos datos son tomados del oficio ya
citado, que Francia dirigió al comandante del puerto de Borbón, el 12 de
mayo de 1821. Dice así: “El tiempo acreditó la firme resolución que
había tomado de no volver al suelo donde vió la luz, cuando se' presentó
en Candelaria perseguido por los suyos pidiendo un rincón en la
República donde acabar sus días. Ha tenido para su regreso obligantes y
repetidas invitaciones, tan luego como ha circulado en el exterior la
noticia de que el Gobierno Consular establecido a la muerte del Dictador
Francia, abrió las puertas de la república al comercio exterior y dejó
expedito el regreso de todo extranjero, detenido por el sistema de
aislamiento del régimen fenecido. Pero Artigas se ha excusado en todas
ocasiones.
“Fué uno de los fundadores de la independencia del Estado
Oriental, su patria. El General Artigas ha resistido con pocos recursos
todo el poder de Buenos Aires y disputó la superioridad de las fuerzas
del Brasil.
“Su ascendiente dominaba al indio charrúa, al peón de los estancieros, a los oficiales instruidos, a los elementos de la guerra.
“Derrotado
en su último combate de Tacuarembó, y perseguido por uno de sus
comandantes el caudillo Ramírez, a quien había dejado a guardar más de
cuarenta mil pesos oro se alzó con estos dineros y con ellos sublevó y
aumentó algunas tropas de gente armada... Pidió asilo al gobierno de la
República, diciendo que si no se lo concedía irla, a meterse en los
bosques. Su esperanza fué bien correspondida; él vino destituido de todo
medio de auxilio y el gobierno le hizo dar una asistencia regular
durante su residencia en el suprimido convento de las Mercedes y después
lo hizo llevar a vivir a la villa de San Isidro de Curuguaty.
“En
1845, S. E. el Presidente de la República lo llamó a esta ciudad para
proporcionarle mejor comodidad de la que podría disfrutar en aquel
punto.
“El General Artigas no amaba las ciudades; aun en la vejez
quería la libertad de los campos; en consecuencia fué acomodado en una
chacra de la vecindad de esta capital, donde ha finalizado sus días el
23 del corriente, a los treinta años cumplidos de haber entrado en
Asunción.
“Fué dado a la tierra en el cementerio de la Recoleta.
Pueden sus amigos y parientes tener el consuelo de que nada le faltó, y
de que sucumbió agobiado por el peso de noventa años porque es la muerte
común. Séale la tierra leve".
Páginas 291 a 294
Como comentamos al principio, es buen momento para poner en práctica una nueva revisión de los hechos en esa jornada de domingo 22 de septiembre de 1850.
LIBRO ORIGINAL ( ARCHIVOS ECLESIASTICOS) Cementerio Recoleta, Padre Cornelio Contreras
No sabria el padre..., que no se le considera extranjero en ningùn rincón de América...
Esta
muy claro que el padre Contreras anotaba los entierros diariamente, en
la jornada del Lunes 23 de septiembre el total fué de 4 personas. EL DÍA
24 NO ANOTO ENTIERROS.
Para realizar y sostener la presente investigación hemos recurrido a este libro de la iglesia y a los Archivos generales de Asunción, el A.N.A al Decreto sobre creación de un cementerio público en la Recoleta y al documento Establecimiento del Cementerio General en la Recoleta. ambos de 1842.
Nota: fue enterrado en el cauce nro.26 tercer sepulcro, cementerio general.“Campo Santo de los Insolventes”.Se aprecia como el texto original fue modificado, corregido, (tiempo más tarde), se agregaron las S, General, Don, lápida, etc.
Esta incertidumre sobre lo escrito, ya instalado fuertemente en los calendarios, estructuras y hasta en la memoria colectiva de generaciones, y lo que nos muestra la verdadera información recolectada de la época, no coinciden!, los rituales, eucaristía, rosario y otros rezos en la proximidad del ocaso hasta el día presente, estas prácticas de oración, permanecen hoy en día presentes en pleno siglo 21 en el Paraguay.
Casi con certeza Don José realmente falleció el día domingo 22, velatorio mediante, el lunes 23 por la mañana partiò la carreta con bueyes recorriendo los casi 6 kilometros del camino boscoso y selvatico en su época... y que hasta hoy separan Yviray del Cementerio de la Recoleta, actual calle avda. Sacramento.
1er ANUNCIO NECRÓLOGICO EN PARAGUAY
Diario el Paraguayo Independiente, COPIA ORIGINAL
Primera publicación sobre el deceso de Artigas, fecha: 28.09.1850
4
MESES DESPUÉS DE LA MUERTE DE ARTIGAS EL "JORNAL DO COMMERCIO" EN
BRASIL HACÍA LO SUYO ANUNCIANDO EL DECESO EL DIA 13 ENERO DE 1851
(Fué
gracias a esta publicación en Rio de Janeiro que en el Uruguay y
Argentina se supo del deceso del General Artigas casi 5 meses despues.
El periodico rioplatense, o litoraeño, El Porvenir del 5 de febrero de 1851 informaria de su deceso, 5 meses más tarde.
Diseños de Artigas
Autor: Alfred Demersay, 1846-7, Histoire physique, économique et politique du Paraguay et des établissements des Jésuites, Volúmen Atlas ( full-page colored)
Paris, Librairie de L. Hachette et Cie, 1860-65.
Busto: Intendencia Municipal de Paysandù, Uruguay
Testimonio de Mons. Bogarín, obispo de Asunción,
Artigas: Yo no debo morir en la cama, sino montado sobre mi caballo! Traigan al Morito que voy a montarlo!
Juan Sinforiano Bogarín nació en Mbuyapey, el 21 de agosto de 1863...13 años después de la muerte de don José.!!!
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A las pruebas remitimos que además , Con Libertad No Ofendo ni Temo
ARTIGAS EN 3D
Hoy se conmemora un año más del fallecimiento del Dr. Francia, (1840-2025), conocido como "El Supremo" o el"Karai Guazú" Compartimos el capítulo final del libro: "El dictador del Paraguay, doctor Gaspar Rodriguez de Francia".
Como
se observa en el manuscrito, el 20 de setiembre de 1840 cuando
murió José Gaspar García y Rodríguez de Francia Velasco y Yegros, la nueva junta de gobierno ese mismo día dictó
una siguiente orden por pedido del recien difunto y se le envió al comandante Juan Manuel Gauto en Curuguaty:
"ponga
la persona del bandido José Artigas en seguras prisiones".Segun se dice
en sólo dos días llegó la misiva a Curuguaty, en las crónicas de la
época Artigas se encontraba arando su pequeña chacra,
Según
se cuenta "seguras prisiones" fue interpretado por Gauto, que el
presidio tenía que ser complementado con "una barra de grillos"… meses
después el gobierno paraguayo ordenó su liberación…debemos ver,
revisionar que tiempo paso detenido y buscar la orden de liberaciòn de
los consules Mariano Roque Alonso y Carlos A.Lopez
En 1923, el Teniente Coronel José Boglich, recupera y pública una obra escrita por el Ingeniero Coronel Franz Wisner von Morgenstern, la cual había aceptado realizar sobre pedido del Mariscal López en el año 1863. Se trataba de recopilar todos los antecedentes y datos relativos a Don José Gaspar Rodríguez de Francia. La minuciosa información de la misma detalla en su Capítulo XXVIII, el sumario del año 1840.
CAPITULO XXVII
SUMARIO: — 1840. — Las fuerzas físicas
«*el Dictador principian a decaer. — En
Junio de 1840, quema sus papeles y
esto ocasiona un principio de incendio
en su palacio. — A fines de Julio se
enferma y es atendido por su médico,
que lo era el boticario Don Vicente Estigarribia.
— El 30 de Agosto fué la
última salida a caballo del Dictador. —
Gravedad de su estado. — Sus últimos
momentos. — El fallecimiento se produ-
ce el 20 de Septiembre de 1840. —
Tenía 82 años. — Sus exequias. — El
P. Don Manuel Antonio Pérez pronun-
cia la oración fúnebre.
La permanencia del Dictador en el cuartel de Caballería duró unos meses y en los primeros días de
Enero de 1840 regresó a la ciudad.
A pesar de su avanzada edad y pequeñas dolen cias que lo molestaban, no declinaba su energía y con
el mismo espíritu atendía sus numerosas obligaciones que el mismo se había impuesto.
En Abril, volvió al cuartel de Caballería, a donde estuvo hasta Mayo, que regresó a la ciudad y sin el
mayor cuidado de sus dolencias, hacía sus paseos acaballo; pero no con tanta frecuencia como antes.
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Sin duda se empezaba a dar cuenta, que su organismo no podía continuar mucho tiempo y que se aproximaba su fin, pues en Junio empezó a destruir todos sus papeles por medio del fuego, hasta que un día casi se le incendió su escritorio y dormitorio y a no haber acudido con prontitud una guardia del próximo cuartel, se habría incendiado toda la casa.
A los dos días todos los desperfectos ocasionados por el fuego fueron compuestos.
En tino de sus paseos a caballo que hizo por la costa del rio, en los últimos días de Julio, le sorpren
dió un aiguacero y se le mojaron un poco los pies, de cuyo resultado le ocasionó un malestar y al llegar a su casa se puso en cama y mandó llamar a su médico, que lo era el boticario Don Juan Vicente Estigarribia, quien le suministró varios remedios que lo aliviaron, habiendo pasado la noche sin mayores molestias.
Al día siguiente, el médico le recomendó que guardara cama hasta que se le desapareciera la fatiga que
le molestaba; pero no tomó en cuenta esta indicación, y encontrándose algo mejor se levantó, habiéndole ordenado al médico que no se acordara con nadie que
estaba enfermo.
Empezó después a tener un poco más de cuidado ;no salía y se acostaba temprano, hasta el 30 de Agosto, que sintiéndose casi sin fatiga, mandó buscar su escolta y emprendió a la tarde su paseo habitual a caballo, pero no anduvo mucho, por que sin duda no se sintió bien, regresando a su casa. Esta ha sido la última salida que hizo el Dictador.
Continuó así con alternativa de sus males, sin desatender sus obligaciones desde su casa, hasta que el
18 de septiembre se reagravó bastante, quedándose en cama con mucha tos y fatiga, que no lo dejaba descansar.
El 19 muy tarde, lo mandó llamar al Comandante
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Don Basilio Ojeda, quien se presentó en el acto; pero no ha podido verlo por que ya había perdido el conocimiento, y en la madrugada del 20 entró en la agonía.
El médico convencido de la suma gravedad en que se encontraba el Dictador y que su estado no podía durar mucho, mandó llamar al Secretario Don Policarpo Patino, comunicándole lo que ocurría y tanto el médico, como el Secretario y un sirviente quedaron en la habitación hasta pasadas las 9 de la mañana, hora en la que se ha producido el deceso. En la tarde del mismo día, recién empezó a correr la voz que el Dictador había muerto; pero parte de la población de la Capital dudaba de la veracidad de tal noticia, hasta que el 21 se izó la bandera a media asta y las campanas de la Catedral que se encontraban sus
pendidas de unos palos (por que se había demolido el campanario a causa de amenazar peligro) anunciaron con sus lúgubres toques el fallecimiento del Supremo.
El cuerpo del Dictador fué puesto en la sala de la misma casa a donde los menos temerosos acudieron
a contemplarlo y las salvas de la Artillería en su honor duraron con intervalos hasta que después de un
imponente funeral, tuvo lugar el entierro al lado del altar mayor de la Iglesia de la Encarnación.
Los funerales se siguieron hasta el 20 de Octubre, día en que el Sacerdote Cordobés, Don Manuel Antonio» Pérez pronunció en la Iglesia de la Encarnación la oración fúnebre, cuyos fragmentos van a continuación:
" " No podía haber acontecido un suceso más triste que el que, con el mayor dolor nos reúne en este " templo, a celebrar las exequias del Excmo. Señor " Dictador Perpetuo del Paraguay, el ciudadano Don " José Gaspar Rodríguez de Francia. Desde los primeros días de su enfermedad entró el pueblo en gran- des temores viéndose amenazado de la pérdida de
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tan grande bien. Su edad avanzada y la malignidad de su dolencia hacían temer a unos el golpe que experimentamos, y que tanto nos aflige : la buena complexión de su temperamento y la sobriedad de su
vida, lisonjeaban las buenas esperanzas de otros de que no tendría tan fatal resultado. Discursos suge
ridos por el día 20 de Septiembre, el clamor de las campanas al día siguiente comunican la fatal noti
cia; este aviso aunque confuso en sí, pareció una voz articulada, pues al momento desde los confines de
la ciudad, corrían tumultuosamente las gentes, y todos se dirigían a la Casa de Gobierno y un llanto aseguraba que el Dictador había pagado el tributo im puesto!
. -En medio de las convulsiones de una revolución, mrando el Señor con benignidad al Paraguay, hesitó al Señor Don José Gaspar Rodríguez de Francia para que como salvador de la libertad de sus enemigos
:Clamaverunt ad Dominum qui suscitavit eis salvatorem et liberavit eos. Este era el Excmo. señor Dicta
dor, cuya muerte lloramos! Consideramos a este hombre prodigioso, elegido Dictador vitalicio, en estado de obrar sin dependencia temporal. Un entendimiento comprensivo y sublime, meditación reflexiva, resolución firme, secreto inviolable, entereza incorruptible y política consumada, forman el
carácter del personaje que el Paraguay :' eligiera para que estuviese a su frente en calidad de
'Dictador, depositando en él toda su confianza. Cuando yo lo considero en su retiro, se me presenta como aquellos astrónomos sabios en ,el observatorio, que tomando el telescopio político mira las
'revoluciones civiles para dirigir con acierto sus ope-
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raciones, obsérvese toda la circunstancia y puntos " intermedios del Estado que tenía que gobernar para " concurrir a necesidades. . . Tenía que formar un Estado nuevo y así era necesario que todo fuera ori- ginal.
" "¿Qué era el Paraguay cuando nuestro Dictador se " hizo cargo de su Gobierno7 El esqueleto de un gigante " que necesitaba de una mano maestra que lo vistiese " de carne, piel, color y le comunicase el impulso de " vida que corresponde a su dignidad. ¿Y quién otro " más a propósito que nuestro Dictador en los tiempos críticos y difíciles en que tenía que mandar, preservando a su pueblo de las calamidades que siguen a las revoluciones civiles?" ..
" " ¡Cuántas providencias tomó S. E. para mantener la paz en la República y ponerla en un estado
""respetable, respecto de los extraños! Abastecimientos de armas y formación de soldados ocupaba su primer atención
" La tranquilidad y seguridad de la República era " su primer cuidado; y así era necesario tomar provi- " dencias eficaces para conseguirlo. ¿Cuántos perjuicios no reciben los pueblos de los salteadores de ca- " minos? Violencias, estupros, robos y asesinatos, son " delitos familiares a esa mala gente: montañas inac- " cesibles y campaña de que abunda la República, les " aseguraban la impunidad. Nuestro Dictador descubrió el secreto de aterrarlos de tal modo, que des- " aparecieron, buscando la seguridad en la mundanza " de vida
" " Sin embargo, no temeré profanar el lugar santo que ocupo, aprobando máximas de sangre, contra la
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"" lenidad del Evangelio! No, el mismo Dios aprobó la " conducta de Salomón en las muertes de Adonis y " de Joan. Feliz hubiera sido el Gobierno de nuestro " Dictador, si la salvación pública no lo hubiese obligado a la ejecución de los perturbadores del orden! ." Quieta la república, se entregó S. E. a ex
"' ' purgar del Estado de otra clase de enemigos ; ¡ cuántos perjuicios no sufren los pueblos de los malos funcionarios administradores de los intereses públicos! " Imponen los magistrados alguna contribución para " costear los gastos que son necesarios al beneficio del " mismo público; nombran colectores y depositarios " de los caudales que se recaudan y deben entrar en " el Erario común. Descubre S. E. desfalcos y mal- " versaciones en estos administradores subalternos: " los obliga a reponer el capital en que fueron alcanzados, y toma enérgicas providencias para evitar en lo sucesivo tan gran mal.
" Basta con lo expuesto para probar que el " Excmo. Señor Dictador, cuya muerte lloramos, fué " el Salvador para libertar el pueblo paraguayo y asegurar su independencia.
" Y vos, pueblo paraguayo, que habéis dado una demos- " tración tan expresiva de nuestro dolor, por la muerte de nuestro Dictador! Sea éste el último día que " llevéis esos vestidos de luto! " " ¡Dios de las misericordias! ¡Te rendimos acciones de gracia por habernos concedido por espacio de 26 años un jefe que ha mantenido la tranquilidad "pública ! " Este acontecimiento nos estimula a recibir " con resignación la pérdida de tanto bien. Suplicá- moste le concedas el eterno descanso!...
¡Requiescat in pace!
Todas las reclamaciones presentadas en el Paraguay a los gobiernos que han sucedido al que concluyó el 20 de Septiembre de 1840, no fueron atendidas y bajo ningún principio fueron tomadas en con
sideración.
A los pocos meses de la muerte de la muerte del Dictador, el sacristán de la Iglesia, fué sorprendido encontrando una mañana abierto el sepulcro a donde se había sepultado al Dr. Francia, y desaparecidos de allí sus restos. De las averiguaciones practicadas por las autoridades no se ha podido saber quienes fueron los autores de tal hecho ; sin embargo, estos habían dejado un rastro que se perdía en la orilla del río Paraguay, a donde se supone con bastante fundamento que fueron arrojados al agua, pues en dicha orilla se encontraron vestigios que así lo comprobaron. Corrían al respecto en la Asunción en aquella época varias versiones: una de ellas, de que fueron mandados sacar los restos del Dictador con hombres pagados por la familia M . . , para ser hundidos en el río, en venganza de los fusilamientos de miembros de la misma familia, ordenados por el Dictador después de descubierta la última conspiración Yegros; otra versión era, que una familia hizo extraer los restos del sepulcro para quemarlos y arrojar sus cenizas al viento; y finalmente, que otra familia, de común acuerdo con su sacerdote, los sacaron para ocultarlos en otro lugar. De estas tres versiones, la más verosímil es la primera, pues los rastros encontrados en la costa del río, como se ha dicho ya, afirman que el cadáver del
Dictador fué arrojado al agua.
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El retrato del Dictador que figura al principio de esta obra, es copia fiel del que confeccionó a lápiz en Enero de 1824 Don Bernardino Villamayor, Secretario de Gobierno, cuyo original se encontraba en 1863 en poder del Mariscal Francisco Solano López.
DOCUMENTOS ALUSIVOS EN EL A.N.A. PARA DESCARGAR
Instalación de Nuevo Gobierno por muerte del Dictador José Gaspar Rodríguez de Francia.